Para esta serie de videos, se contó con un guión escrito y una escaleta de escenas (o storyboard escrito) entregado por la productora encargada de la campaña. Esta pauta fue luego intervenida con el objetivo de consolidar el storytelling visual y crear una historia animada.
Se trabajó con un fondo de papel reciclado sobre el que fueron animados los dibujitos de forma simple, con énfasis en lo narrativo, con especial atención a no sobrecargar el video, ya que la cantidad de información que debía ser conceptualizada en 30 segundos de video no era menor.